28 diciembre, 2017

Me dejaste rota y ahora te sorprendes

Esta noche estoy nostálgica, me encontré con algunos recuerdos que me hablaron de ti, de mi época contigo, de nuestras risas y de aquello tan sublime que compartíamos. Fue curioso, viejo amor, hurgué muy bien entre esos recuerdos y me di cuenta que, detrás de esos momentos de alegría, se escondía una versión oscura y llena de lástima.

Detrás de tus sonrisas, podría encontrarme con aquella mujer que se desvivía por ti y que siempre hiciste a un lado. ¿No lo recuerdas? Es porque no puedes recordar aquello que nunca te importó. En tus buenos momentos, el mundo importaba más que aquella mujer... En los días turbios, solo a aquella mujer le importabas tú. 

Traté de ignorar aquellas sensaciones y moví mis recuerdos a lo sublime que compartíamos... Entonces, me di cuenta que nada fue tan sublime, al contrario, todo fue una utopía. Descubrí que era sublime que no habría huracán al que yo no estuviera dispuesta a enfrentar por ti, pero que no había ni una sola brisa que tú hubieras querido soportar por mi. 

Una vez más, evadiendo el sentimiento de lástima... Decidí irme a mis recuerdos de risas contigo, y solo encontré tus risas de mi. Los momentos que guardaba en mi memoria como nuestras más grandes celebraciones de vida, en realidad, me di cuenta que eran tus más grandes celebraciones de vida, que siempre funcioné como un plus, que siempre miré desde lejos tus éxitos, que nunca me dejaste celebrarlos contigo y, principalmente, que nunca reconociste los míos. 

Es realmente impresionante lo que un destello de amor puede hacer contigo -le digo destello, porque ahora entiendo que nunca fue amor-. En aquellas épocas doradas de nuestro amor, veía todo compartido y, ahora que detallo mejor, puedo darme cuenta que nunca fuimos lo que construí en mi mente. En aquellas épocas doradas, tú fuiste dueño del trono, santificado, glorificado, celebrado y amado, mientras que, yo siempre fui el bufón de aquel reino. 

Me dejaste rota y ahora te sorprendes... 
Daarlyn Perroni
Fotografía: Josué Sabogal

Mira, yo que siempre odié frases como "el tiempo lo pone todo en su lugar", "el tiempo lo cura todo", "el tiempo lo dirá todo", entre un montón más relacionadas al poder sobrenatural del señor tiempo, fíjate que hoy entiendo cada una de ellas. 

El tiempo fue mi mejor aliado para curar esa dependencia hacia a ti, me desintoxiqué de ti -en tu caso, suena mejor desintoxicar que desenamorar-, me di la oportunidad de hacerte a un lado, de darte el nivel de importancia que me diste y comprendí que nunca había estado mejor, viejo amor, que sin ti. 

Curioso, el mismo señor tiempo es quien ha invertido ahora los papeles... Ahora quieres ser tú quien me celebre, me ame, quien se desviva por mi y me aclame... ¡Carajo! Justo ahora que encontré un equilibrio, justo ahora que aprendí a amarme primero, justo ahora que aprendí amar a alguien más, justo ahora que dejé de dar el 200%, justo ahora que me importa una real mierda si quieres darme todo cuanto te di. 

¿El señor tiempo es bastante irónico y sádico, verdad?

Te hizo falta sentirte el primero, el poderoso, el dueño y el único... Volviste para buscar a aquella mujer, la de lástima, la que te amó. Y ahora te sorprendes, porque no está. ¿Pensabas que iba a quedarse justo donde la dejaste por el resto de la vida? Hace mucho tiempo que los libertadores nos concedieron la independencia, como para retomar aquellas costumbres de ser esclavos de alguien más.

Me dejaste rota, pero aprendí a construir una nueva forma con todos los trozos. 

El fin de aquello que nunca tuvo comienzo 

Aprendí a darle punto final a aquella época contigo el día que tropecé con alguien que me habló de un amor bonito. 

Fíjate, yo no tenía idea que las caricias no se rogaban, que los detalles eran tan bonitos, que recibir rosas no era solo para los muertos y que una carta no solo te la enviaban personas de lejos. 

Ni siquiera me imaginaba que alguien podría repetirte, cada día, lo hermosa que eres, lo orgulloso que está de tenerte y las ganas que tiene de amarte. 

Jamás pasó por mi mente que dar todo por alguien era algo que podía ser recíproco, que podías compartir tus días con alguien que le gustaba escucharte, amarte y complacerte. 

Me enamoré, viejo amor, me enamoré...

Y te dejé atrás, a ti y a todo ese tóxico capítulo contigo. No me arrepiento de haberme entregado completa, pero sí de permitir que me devolvieran en pedazos. No te sorprendas más, rómpete ahora con la soledad, busca a alguien más a quien romper, entrégate tú ahora, sea lo que sea que decidas hacer hazlo ahora, y hazlo sin mi.  

Me dejaste rota y ya no quiero que te sorprendas.


Daarlyn Perroni 🍃

1 comentario:

  1. Con mis reservas, sera tal vez por sentir empatia un poco con la sensacion del Viejo Amor, tambien con lo que es sentirse roto y muchas cosas mas. No puedo decir mas, que me gusto, de verdad me parece el toque preciso para unos ultimos dias y los primeros de algo nuevo.

    Creo que lo mejor, es que (Como siempre con tus palabras) juega con lo mismo, la posibilidad de entenderte y a la vez de como lector entenderse consigo mismo y sus sentimientos, asi que no me queda mas que un Gracias Darlyn.

    Ah y por supuesto, Feliz Año. Te leo, entrado año nuevo. Como siempre Ernesto, Saludos al Brey.

    ResponderBorrar

Sea para debatir, opinar, halagar o simplemente expresar lo que sientes... ¡Tu comentario será bienvenido! Te leo.