18 febrero, 2019

Me sigues


Se vuelve inevitable no ver tu mirada en aquellos videos de Rock que proyectaron en aquel bar extraordinario esa noche.

No sé cómo escuchar tu canción favorita de Guns N' Roses sin escuchar tu voz coreándola.

Cruzo aquella plaza, nuestra favorita, y no puedo evitar mirarte caminar en ella. 

Te veo sentado a mi lado, consumiendo el décimo cigarrillo, mientras me dramatizas lo más asombroso de tu día.

¿Cómo te alejas, para siempre, de la esencia de un momento? ¿Cómo caminas sin sentir sus pisadas de recuerdos dentro de los tuyos propios? 

A veces, me pregunto si alguna vez podré caminar kilómetros y ya no sentir que me sigues... otras veces, también me cuestiono sobre si será natural sentir que te sigue aquello que tanto te lastimó. ¿Es posible caer al borde de una locura abismal por sentires grisaceos? 

Y vuelves, me abrazas, me pides perdón, me mimas y despierto... Son las 2 a.m. y no, no estás, pero tu recuerdo me sigue hasta en los sueños.

Escucho bebés llorar, veo a sus madres calmarlos, mimarlos, cuidarlos... y ese recuerdo nunca creado, también me sigue. Esa decisión oscura también me sigue.

¿Es posible que nos sigan vivencias que no deseamos tener nunca más? ¿Me sigues porque lo duro no se olvida simple o porque yo quiero que me sigas?

Aquella vida que se surpimió temprana, guiada por deseos absurdos del yoísmo que siempre te acompañó, en esa ausencia también me sigues. 

Donde quiera que voy, me sigues...

Me sigues en esa canción, me sigues en aquel lugar, me sigues antes de dormir, me sigues... ¿y yo? ¿También te sigo?

Daarlyn Perroni 🍃