30 mayo, 2019

El adiós más difícil de pronunciar




Hoy, 20 de mayo del año 2018, estoy escribiendo estas líneas, tratando de encontrar las palabras adecuadas para despedirme de ti. 


Despedirme de aquella primera vez que nos encontramos, yo tan niña, tú tan indiferente a mi. 

Despedirme del momento preciso en que nos presentaron; un apretón de manos y una miradita de "no es la gran cosa".

Me cuesta una barbaridad decirle adiós a las primeras veces que reí a tu lado, hasta ayer todavía seguía soltando carcajadas. 

No sé cómo despedirme de los momentos difíciles que compartimos: nos llenamos de apoyo, de lágrimas, de frustraciones, desilusiones y malas noticias. 

En ti viví grandes despechos, contigo disfruté el mundo, a tu lado conocí al amor en su esencia más pura, apasionada y transparente. 

Hasta ayer me sentí tuya y hoy me cuesta soltarte, dejarte ir. 

Fui capaz de hacer lo que algunos llaman "imposible" por quedarme a tu lado, por ver esos amaneceres, por saborear todo lo que tenías para darme. 

Te defendí, literalmente, a capa y espada. Prometí ante el universo que, solo sobre mi cadáver, alguien te haría daño. 

Te defendí, aunque todos me dijeron que no compartiríamos el mismo camino para siempre, que no me hacías del todo bien, que allá afuera había un montón de cosas mejores que tú. Te defendí ante el mundo. 

Hoy me cuesta despedirme de los años; todos los que viví contigo. Me cuesta soltar las experiencias, las aventuras, nuestras primeras veces y de toda la magia que alguna vez me transmitiste. 

Despedirme de aquellos días en que, gradualmente, mi cariño por ti crecía y se me salía de las manos sin darme cuenta. 

Este ha sido el adiós más difícil de pronunciar. Especialmente porque no era momento de un adiós, todavía nos faltaron sueños por alcanzar, tiempo compartido, más lágrimas, más desilusiones, más risas, más metas, más experiencias, más, más, más... 

No sé cómo despedirme de todo lo que te dí, de lo que tú también me diste, de lo que nos dimos. 

Hoy te digo adiós, sin poder evitar derramar algunas lágrimas.

Este es el adiós más difícil de pronunciar.




Daarlyn Perroni 🍃

Nota: Esta entrada va dedicada a un lugar donde viví y experimenté un sinfín de emociones, un lugar del que tengo que despedirme pronto. Quizás, algunas líneas de este escrito también van dedicadas a otras personas, a otros momentos, a otros...