Han pasado más de 2 años, más de 730 días,
más de lo que alguien puede pasar buscando poemas de los mejores: Benedetti, Brando, Frida, Neruda y hasta Beethoven, de buscar, entre los más grandes, las palabras precisas
para expresar todo lo bonito (y lo no bonito) que un ser humano puede sentir
por otro: Amor.
Hoy, encontré nuevas y mejores palabras para
lograr ese cometido: las mías. Hoy, todo sale de mí.
¿Saben qué
es el amor? Es esto; la perseverancia, la superación de retos mutuos, la
vida compartida, las molestias absurdas, las sonrisas sin razón… ¿Saben cómo se
siente? ¿Alguna vez han visitado el cielo? Yo tampoco, pero podría jurar a que
debe causar esta misma sensación. Las personas pasan toda una vida idealizando a otras, buscando a quien
encaje a la perfección con sus estereotipos establecidos, qué equivocados
están… Amor no es buscar para encontrar, amor
es encontrarse, un día a la vez, en cada impulso de querer permanecer ahí,
a su lado, sin saber por qué. ¿Comprenden? Es precisamente eso, sentir sin
buscar porqués.
No todos
tenemos el mismo concepto de amor,
no todos lo expresamos de la misma
manera y no todos lo sentimos al
mismo nivel; yo creía que iba a morir sin saber ninguna de estas cosas, y
llegaste tú. Mi primer amor, y el
primer amor no es la primera persona con la que sales, no es la primera persona
que te gusta, no es con quien duraste más tiempo en una relación… El primer
amor es quien te hace sentir,
verdaderamente, único e, inclusive, te provoca emociones indescriptibles, cuando ni siquiera sabes qué sientes, ni
qué nombre ponerle, es ahí cuando has dado en el blanco.
Creo que el principal valor agregado del amor,
además de la perseverancia, es la valentía
¿Por qué? Hay que ser bastante valiente para renunciar a todo un mundo de
experiencias en soledad, para cambiarlo por una vida compartida; hay que ser
muy valiente para asumir el riesgo de amar, con cada defecto, a una persona;
hay que tener una valentía tan suficiente para saborear los momentos amargos,
las malas decisiones, los fracasos, las caídas, todo lo negativo que se venga
junto a una persona. Hay que ser demasiado valiente para decirle “¡SÍ!” al amor…
En fin, podría nunca terminar de escribir
acerca del amor, porque lo es todo; está inmerso en lo que hacemos, de dónde
venimos, hacia donde vamos, en lo que nos apasiona… Hasta para odiar hay que
tener amor, es por eso que uno de esos sentimientos, queda justo a un paso del
otro.
Lo que más podría destacar -y agradecer- es que nadie, ni la peor persona del mundo,
debería morirse sin antes sentirse amado, sin antes haber amado, que todos
deberían decirle “¡SÍ!” al amor.
Daarlyn Perroni 🍃