17 diciembre, 2016

Un pensamiento ahogado

      Creo que todos en algún punto de nuestras vidas hemos tocado fondo, hemos llegado al punto máximo de la desesperación y la desidia. Hoy me encuentro en este punto. 

      ¿Algunas vez has tenido esa extraña sensación de sentir como todo se va a la mismísima mierda?  Encontrar al amor de tu vida, te ha traído a los constantes errores de tu vida; cada navidad hay más lugares vacíos en la mesa para comer; las personas que siempre quisiste de pronto te dan la espalda; algunos amigos se marchan de tu vida para siempre y, por si fuera poco, la situación del país no te deja un momento de paz.

     ¿Algunas vez has sentido la necesidad de llorar y llorar sin parar para poder liberar un dolor de cabeza? No aguantar estar cada día y noche pensando en las mismas preocupaciones, los mismos problemas sin aparente solución, no saber cómo enmendar tantos caminos rotos, cómo darle un sentido a todo aquello que no tiene un buen lugar en tu vida y terminar por romper en llanto en cualquier estación del subterráneo, cualquier mañana de camino a la universidad (colegio o trabajo). 

        Sentir que a pesar de todo el tiempo que ha pasado y de todas las cosas que has sido capaz de superar, sigues estando en el mismo lugar mental y emocionalmente. Sentir que vuelves a caer en aquello de lo que tanto te costó salir. Y con esto, llegar al último punto: la decepción total de ti mismo. Por tirar todo tu esfuerzo a la basura, por volver a ser esa persona débil y por dejar que los problemas cotidianos te sobrepasen. 

         ¿Pero el resto del mundo sabe acaso lo difícil que es no volver a este punto? La soledad ataca, la mala soledad. Aquella que aunque buscas dejar rodeándote de hermosas personas y de espectaculares lugares sigue estando ahí, no se llena el vacío que esta deja. ¿Alguien podría entender lo difícil que es sentirte solo y en el mismo maldito punto? 

         ¡Vaya que es complicado tomar a la vida con fuerza y decirle que sí! Si por algún motivo has caído en esta entrada, la has leído hasta este punto y por lo menos en alguna línea te has sentido identificado, este mensaje es para ti, querido lector: ¡agárrate fuerte a la vida y a las personas que te hacen vivirla! No importa que te encuentres en el mismo maldito punto, no importa que te sientas tan solo, no importa lo duro que ha sido, ni siquiera importa si nos conocemos o no, yo creo que podemos salir de esto; otras veces lo hemos hecho ¿o no? 

         Les dejo para siempre mis lemas de vida, los que llevo en la piel: Stay Strong (mantente fuerte), para no olvidarme de lo que he recorrido para llegar hasta aquí y de cada persona especial que me ha mantenido en pie & Un día a la vez, porque la vida va así un paso a la vez y todo pasa, todo se acomoda algún día. 




Daarlyn Perroni 🍃

13 diciembre, 2016

De perdones y segundas oportunidades

      Una vez una gran amiga me dijo que debería escribir sobre cosas como el perdón o las segundas oportunidades. Recuerdo haberle dicho que no podía escribir sobre algo en lo que definitivamente no creía, algo en lo que no estaba lista o segura de cómo poner en práctica. 

      Hoy, a unos días después de aquella conversación y de ciertos acontecimientos, creo que es necesario escribir sobre estas cosas -no solo escribirlas, creo que todos deberíamos intentar ponerlas en práctica-. Dejar ir, soltar aquello que hace daño; ¿y qué mejor forma de hacerlo que perdonando y creyendo en una segunda oportunidad? 


      Es cuestión de analizar todas las cosas malas que nos han pasado y a todas las personas tóxicas que se han topado en nuestras vidas -aquellas a quienes solo deseábamos con todo el corazón darles una paliza, hacerles algo peor, verlos sufrir- ¿pero sirve esto de algo? 

    No les puedo mentir, sinceramente todavía no puedo decirles que creo en el perdón absoluto y que ya no tengo ganas de romperle la cara a ciertas personas. Pero algo verdaderamente cierto es que tenemos motivos para creer al menos en las segundas oportunidades; porque no todos los momentos volverán a pasar dos veces de la misma forma y no todas las personas que vengan a nuestra vida nos causarán el mismo daño que quien se fue. "LO QUE VIENE SIEMPRE ES MEJOR QUE LO QUE SE FUE"


    No importa cuánto daño te hizo alguien, ni cuántas veces te hizo llorar, no importa cuántas veces creíste en sus palabras y te falló, lo importante es que no necesariamente todos los demás van actuar de la misma forma contigo. Basta de que los seres humanos generalicemos a todas las personas, basta de aplicar el "por uno pagan todos"

     Con el tiempo, aprendemos a dejar ir a quienes nos lastimaron tanto, nos damos cuenta que no son tan importantes. Y lo hacemos a medida que llegan mejores personas a nuestras vidas.
    
      Un día a la vez, una persona a la vez, un dolor a la vez, una oportunidad a la vez... 



Daarlyn Perroni 🍃

25 noviembre, 2016

La mujer de la que me enamoré

Hoy quisiera contarles de la mujer de la que me enamoré...
           Ella es fascinante. La he visto caerse tantas veces; caídas duras, fuertes, esas que dejan totalmente inmóvil en el suelo a cualquiera, a cualquiera menos a ella. La he visto llorar y llorar sin parar, ¿saben lo exclusivo que es eso? Ella nunca permite que la vean frágil y humana, siempre se muestra ante todos con una gran sonrisa -que por cierto, es la sonrisa más linda que jamás haya visto, una sonrisa que siempre consigue salir a pesar de lo turbio que esté el tiempo- 

           Ella no conoce del verbo "rendirse", nunca sabe cómo, pero siempre intenta salir de los agujeros. Y lo logra, sale para triunfar. Me enamoré de ella, cuando nadie más pudo hacerlo, me enamoré de ella en sus peores momentos; aquellos en que la amargura consumía su vida y las decepciones no paraban de suceder. Me enamoré de ella, porque nunca importó cuánto le hicieron, ella siempre volvía para creer y para crecer.   

            
           ¿Ya me van entendiendo? ¿Podrían ustedes no enamorarse de alguien como ella?  
            
             Me enamoré de ella. Y puedo afirmar con toda certeza que desde que le doy todo mi amor, se ve más bonita -si es que eso es posible-, más radiante y se cree cada día más fuerte para superar cualquier obstáculo. Siempre fue una gran mujer, solo necesitaba de alguien que la amara y que se lo recordara cada tanto.  
           La mujer de la que me enamoré, siempre la tuve muy cerca y me tardé mucho en darme cuenta de que la amaba. La mujer de la me enamoré es aquella que veo cada noche antes de dormir y cada mañana al despertar, ahí, frente al espejo...   
            
            Daarlyn Perroni 🍃
            
           Nota: Hoy es el día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer. Y dedico mi entrada a todas ellas, las que algunas vez han sido violentadas, las que no, las que se han sentido insuficientes o feas, las que no, a todas y cada una de las mujeres. Tenemos que aprender a enamorarnos de nosotras mismas, somos lo más preciado que tenemos. 
            

29 octubre, 2016

Un amor incapaz

 En esta oportunidad, les escribo para contarles de un amor incapaz, de MI amor incapaz. No vayan a pensar que es aquel que no es capaz de ser sentido, más bien es un incapaz de haber luchado. 

                Mi incapaz. Justo así decidí nombrarte. Cuando antes te decía mi excepcional, ¿lo recuerdas? Creo que todos tenemos un amor incapaz; aquel por el que nos arriesgamos, a quien le abrimos las puertas de nuestro corazón -más específicamente de nuestros sentimientos-, ese ser que introducimos en nosotros como parte de nuestras vidas y el mismo que no puede luchar completamente por ti, que es incapaz de poder con algo tan maravillosamente grande como tú.

                No he dicho su nombre, pero a puesto a que al menos la mayoría de mis lectores van a identificar la anterior descripción con algún amor del pasado -o quién sabe si del presente mismo-. Este amor incapaz, se va a enamorar de lo que puede captar superficialmente de ti, va a conquistarte, va a hacerte sentir estable, seguro y confiable, pero al final, cuando por fin estés creyendo plenamente en esa persona, se va a ir, va a huir de ti, porque sencillamente es incapaz de poder con todo lo que representas.
                  Todos al menos una vez hemos corrido con esa mala suerte de encontrarnos con personas incapaces en nuestras vidas. La solución siempre será la misma: dejar ir a quien no tiene el valor de luchar a tu lado, ya llegarán otros amigos, otros amores, otras personas más capaces de hacerlo.
                
                            
 Daarlyn Perroni 🍃

08 octubre, 2016

Mientras menos te entiendo, más te amo.

"Menos te entiendo, más te amo." Esa frase tan simple ha cobrado un gran sentido e importancia para mi, por ti. Vamos a analizar por qué ¿? 

            

            En ocasiones, me gusta definir al amor como algo más allá que a una pareja o que el innato materno, o tal vez aquel que sentimos por un abuelo o hermano. Para mi, el amor cobra un verdadero valor y significado gracias a quien te lo hace sentir. El amor te ciega, te cambia, te hace ser quien no eres muchas veces. Todo aquello es cierto.  

             
            Amor no es lógica, no es entender. Amor es dejar de buscarle un sentido con la razón, es dejar que fluya ese sentir. Por ello, no busco cambiarte, mucho entenderte. Lo único que busco es amarte y let it be. (déjalo ser)  
            
            Y al mismo tiempo, mientras menos te entiendo, menos me entiendo a mi misma y más te amo, y más me amo. Porque hasta eso aprendí contigo: a amarme a mi y a lo que soy cuando estoy contigo; soy tus risas, apoyo, soporte y tu "ven, cuenta conmigo". Y adivina qué... Eso tampoco lo entiendo. Gracias por enseñarme que al no entender, también se gana, también se ama. Cada día te entiendo menos, pero no tienes idea cómo te amo más 
            
            Daarlyn Perroni 🍃
            

           Esta entrada, esta frase ha sido inspirada in my love. Es la persona que menos entiendo (a veces), pero que sin dudas esas mismas veces sigo queriendo. Aunque nos esforcemos por entender ciertas actitudes, ciertas palabras o acciones en otra persona, nunca podremos conseguirlo; y eso no significa que sea una persona incorrecta para ti. Eso significa que tu amor por esa persona es mucho más grande que cada una de esas actitudes. Gracias a ti, love, por no dejarme entenderte a veces y por hacerme entenderme a mi misma. 

11 septiembre, 2016

El amor como acto de infidelidad

Hemos perdido tanto por amor, que inclusive nos perdimos a nosotros mismos.


A todos nos ha pasado al menos una vez, que nos hemos perdido por amor a otra persona. Es decir, ¿quién en su sano juicio no ha enloquecido por una persona amada? ¿Y hasta qué punto eso puede volverse un infierno?


Encontrar por fin a una persona que amas con todo y sus defectos, con cada una de sus particularidades, aquellas que no soportarías en otras personas, aquellas que alguna vez consideraste verdaderamente desagradables, pero en esta persona son imperfectamente perfectas. La amas y por ende, sólo quieres hacer de todo cuanto sea posible para verla feliz, para que tenga todo lo que necesita y se sienta cómoda a tu lado, tanto así que sin darte cuenta comienzas a modificar tu rutina, algunos aspectos de tu personalidad, aquellos que jamás pensaste cambiar ni por un apocalipsis.


Y a esto lo llaman amor, se excusan diciendo “el amor es así” ¿Y realmente así es el amor? ¿En eso consiste? ¿En cambiar tu esencia por alguien más, en cambiar tus cotidianidades por las de alguien más y dejar de ser tú mismo por alguien más? Te eres infiel a ti mismo y a todo en lo que alguna vez creíste.


¿Y al final para qué? En la mayoría de las ocasiones cometes este acto de infidelidad contra ti, para que esta persona no lo valore, no le interese y simplemente se vaya un día. Le somos infieles a la única persona que siempre estará con nosotros, a cambio de alguien que tal vez mañana amanezca queriendo otros rumbos. No hay que sentirse mal del todo, todos los seres humanos que hemos amado al menos una vez, hemos hecho el papel de estúpidos al menos un momento e inclusive, todos hemos cometido este acto de infidelidad.


Y a fin de cuentas, siempre que amemos de verdad y con el corazón, nos vamos a traicionar, nos vamos a modificar, vamos a querer cambiar y ser cada día mejor para esa persona. El truco está en encontrar también a alguien que sea capaz de convertirse en nuestro amante en esta aventura, alguien que tampoco tenga miedo de serse infiel, de modificarse, de cambiarse y de hacer todo cuanto sea posible por vernos felices. O al menos, alguien que no se vaya y tenga la capacidad humana de reconocer nuestro amor y valorarlo.

Daarlyn Perroni 🍃

  NOTA: Estas relaciones que nos hacen ser infieles, no son necesariamente de pareja siempre. Muchas personas se dejan perder por amor a sus mejores amigos, a su pareja, a un miembro de su familia y hasta por alguien que todavía no conocen.  El amor simplemente no conoce de límites, sin importar hacía quien vaya dirigido.

12 agosto, 2016

"Ohana significa familia y tu familia nunca te abandona..."


      

         "...La familia es sin duda lo más importante, pues son ellos quienes van a estar a tu lado, apoyándote cuando todos los demás se hayan ido" 

        ¿Cuántas veces no hemos escuchado o leído esta frase o alguna similar? ¿Qué consuelo queda para quienes no tienen esa familia modelo? Es decir, en más de una oportunidad, aún en la desidia y en medio de tanto dolor, no voy a decir que me encontré sola, pero tampoco puedo afirmar que al levantar mi mirada lo primero que vi fue a mi familia. No, o por lo menos no a quienes corren por mis venas, vi a otro tipo de familia, esa que uno escoge, esa que te da la vida, la calle, las malas situaciones y por qué no, aquellos buenos momentos. 

      Algunos llegamos a entender que sí, tienen razón al decir en que tu familia jamás va a darte la espalda, pero nunca aclararon cuál familia, si la que te toca o la que eliges. Podría afirmar con toda seguridad que encuentro amor de familia en casas y en personas que nunca imaginé, que encontré además confianza, apoyo y unión. 

No todos nacemos con la dicha de tener noches de conversaciones en casa, de aquellas que empiezan con un "¿cómo estuvo tu día? ¿Qué hiciste hoy? ¿Cómo va tu trabajo, la universidad, tu vida? ¿Te sientes mal, necesitas un abrazo o hablar?" A algunos nos toca, llegar a casa cada noche, exclamar con un tono vacío y cansado apenas un "Hola" e ir a la cama, sin intercambiar ninguna otra palabra o comentario. No todos tenemos aquella dicha de pasar un domingo en algún parque o simplemente en casa, compartiendo con aquellas personas que dijeron que siempre iban a estar para ti. Algunos debemos salir y tratar de encontrar estas experiencias en otras vidas, en otras personas.



   No, no es una queja, no es odio, no es rencor, ni mucho menos es una búsqueda de lastima. Este escrito no es para reflejar odio para aquellas familias que no nos tienen tiempo o que simplemente no nacieron con ese gen de amor y unión. Este escrito, es para abrir un poco los ojos de quienes sí pueden contar con estas cosas en sus familias, es una alerta: Valora, cuida, ama. Cosas tan simples que vives a diario, son a veces las más valiosas y deseadas por otras personas, que darían lo que fuera por un buena tarde de café con sus padres, por un 31 de diciembre más familiar y menos funeral o simplemente, por un "¿Cómo te fue hoy?"



Daarlyn Perroni 🍃

      Debo dedicar esta entrada a mis buenos amigos, los mejores, aquellos que me hicieron parte de su familia y que me permiten cada día, en cada fecha festiva y día común, compartir con su familia. A sus madres, sus padres, tíos, abuelos y hermanos... Que también me toman como parte de sus vidas, que me dan amor como otro miembro más. Mi profundo amor y agradecimiento está con estas personas. Y por qué no, agradezco también a cada miembro de mi familia, sí, esa que corre por mis venas, aquellos que llevan mis apellidos, a pesar de cualquier adversidad, los amo y les agradezco todo el amor y la unión que me dieron al menos los primeros años de mi vida. 

25 julio, 2016

El aniversario de tu ausencia

El aniversario de tu ausencia es el único aniversario que no me atrevo a celebrar, que no me atrevo a dejar atrás y al que simplemente no me puedo adaptar. Un año, 365 días, 12 meses y unas muchas semanas, es demasiado tiempo, el suficiente dirían algunos para olvidar, acostumbrarse o superar…
La verdad es que aún y cuando dejas de ver y hablarle a una persona, no implica eso borrar su recuerdo de tu mente algún día. Al contrario, tu recuerdo en mi mente se intensifica con tu ausencia, con la nostalgia de volver a compartir una tarde contigo, de volver a tener un motivo para reír y sobre todo, de volver a sentir un abrazo tuyo.
Extrañar es el precio que tiene el vivir los buenos momentos, eso dice un poeta, ahora mismo no recuerdo cuál, pero ¡vaya que fueron muy acertadas sus palabras! Extrañar a esas personas que no se pueden volver a tener, es un alto precio, que no podemos pagar, que vamos a quedar debiendo siempre. Algunas lágrimas salen al compás de cada canción en la que vive un recuerdo tuyo, un recuerdo nuestro. Es inevitable que las cosas empiecen a parecerse a ti, cuando ya no estás. La calle en la que camino, la música que escucho, las estaciones del tren que solíamos tomar, el sabor del café que solíamos compartir y el estruendo de las risas más sinceras que podías provocarme.

En este gris aniversario, solo puedo recitarte esta poesía, estas palabras llenas de amor y nostalgia, llena de ganas de tenerte aquí conmigo. Se cambia el factor común del “feliz aniversario”, la frase de hoy es “Otro triste aniversario”.

Daarlyn Perroni 🍃

05 junio, 2016

¿Libertad o soledad?

             Muchas veces decimos amar nuestra libertad, esa la cual nadie tiene derecho a arrebatarnos. Pero ¿hasta qué punto se confunde libertad con soledad

             Amamos vivir solos en casa, tener la libertad de estar sin ropa por las noches, de limpiar cuando queramos, de poner nuestra música favorita a todo volumen sin perturbar a nadie que esté durmiendo o que no le guste, de comer a la hora que queramos y de hacer lo que queramos hacer. Pero a las 3 de la mañana cuando te encuentras sumido en tus pensamientos tristes y necesitas abrazar o llamar a alguien y no hay nadie, ¿es libertad o es soledad? 

               Nos gusta sentirnos libres, no tener nadie a quién darle explicaciones de a dónde vamos, a qué hora volveremos, sí volveremos, con quién andamos. Pero al mismo tiempo no hay nadie que se preocupe si llegas bien a casa, si comes bien, qué has hecho en estos días, si estás bien o si estás mal. ¿A eso le podemos llamar libertad o soledad? 

                 Dichosos aquellos que puedan encontrar el punto medio entre ambos: tener a alguien que te haga compañía, que se preocupe por ti, que esté a tu lado pero que no te limite a ser como eres, que comparta las cosas que gustan a hacer y con quien puedas actuar como si estuvieras solo aunque no lo estés. A esto podemos llamarle libertad con todas sus letras, libertad en compañía, libertad que no ata, libertad que no prohibe, libertad de ser y estar, sin ser ni estar solo. LIBERTAD

                 Basta de confundir libertad con estar solos cada domingo en la noche, basta de llamar libertad a ese estado de no tener a quién decirle que estás mal y que necesitas que se preocupen por ti. Y sobre todo, basta de llamar soledad al pensamiento de que para ser necesitas alejarte del mundo. 
                     
                      Ama en libertad, deja que te amen en libertad. Que no te cohíban y sobre todo: que no cohíbas. La soledad no siempre es sinónimo de libertad, al menos no cuando estar solo te ata a la tristeza. 



Daarlyn Perroni 🍃



20 mayo, 2016

Te odio, te amo.

     De todas las personas existentes en el planeta, jamás pensé amar a alguien como tú.

    ¿Quién no odió antes de amar? Me pasó, no concebía la idea de que alguien con tan complicado carácter pudiera formar parte de mi vida e inclusive, ser una de las partes más importantes en ella.
    ¿Es posible odiar de a momentos y amar de repente a la misma persona? Confirmo rotundamente que sí, es posible. Las cosas pequeñas, las conviertes en grandes conflictos, creo que sin que el mundo pudiera notarlo; tú y yo hemos creado la tercera guerra mundial y la cuarta, y la quinta, y la sexta...  Está en tu naturalidad dejarte llevar por la ira y convertirte en tornado; destruyendo todo a tu paso. Tienes el don de llevarme la contraria, de no escuchar muchos de mis consejos, de ser tan distante en ocasiones y de olvidarte de cuánto te amo, eso es lo que más odio, que la ira te borre los buenos sentimientos. Pero, te amo así.

      Tal vez me has convertido en una especie de masoquista, porque aunque sufro con cada discusión, soy feliz con cada reconciliación. Porque en mi balanza, pesan más los buenos momentos, las buenas locuras, los grandes consejos, los grandes abrazos, las dulces palabras, los empujones pa' lante y todo el amor que las malas reacciones y los cortos pero amargos momentos post - discusiones. Por eso te odio, pero cómo te amo!
        Para que existan conflictos hacen falta dos personas y es resaltante tu valentía al asumir el reto de quererme y soportar todos y cada uno de mis defectos. Me odias a veces, lo sé. Pero otras tantas me amas.
       Este tipo de relaciones, las terceras personas no van a entenderlas, desde afuera todo se ve como un conglomerado desastre, pero dentro de tanto caos tenemos nuestro orden. Por eso te odio a veces y otras muchas te amo.
       Vaya que ha sido difícil llevar en nuestras espaldas la convivencia, vaya que hemos tenido muchos conflictos y lo importante siempre ha sido resolverlos, porque cuando hay afectividad, no habrá odio que valga. Porque aunque te odio y me odies, te amo y amas tanto como para preferir olvidar las diferencias y continuar el mismo camino, el de siempre. Por eso y más te odio, pero sobre todo te amo.


Daarlyn Perroni 🍃 

     

17 mayo, 2016

Valgo la pena, sé que si.

        Soy complicada y difícil de entender, pero valgo la pena, sé que si. A primera vista, sé que puedo parecer una de esas frías mujeres, egoístas e irreverentes contra el mundo. 

       Sorpresivamente no lo soy. Puedo sacar de quicio a cualquiera, hacerlos enloquecer a todos, causar muchas primeras malas impresiones, pero valgo la pena, sé que si. Sé que soy afortunada al tener personas que asuman el reto de quedarse a mi lado, de quererme sin pretender cambiarme y de luchar muchas veces contra mi irreverencia y mis cambios radicales de humor. Pero sé también que quienes me tienen en su vida y se ganan la mejor versión de mi, también son afortunados por haber logrado quitar esa coraza y develar lo frágil, tierna, tímida, sensible y amorosa que puedo llegar a ser. Valgo la pena, sé que si. 

        Es difícil construir muros para evitar que te hieran y, obtener a cambio, que todos piensen que no tienes sentimientos, ni emociones como cualquier ser humano. Para el resto del mundo siempre serás la fría, la mala mujer, la egoísta. Es más fácil sacar estas conclusiones que enfrentarte a ellas y ganarte entonces la mejor versión, la mejor parte, porque después de todo valgo la pena, sé que si. 
       
       Hay personas a quienes nos toca nacer incomprendidas; nacemos con una gran necesidad de dar amor y con la misma gran necesidad de recibirlo.

       Por muy difícil que sea la personalidad de alguien, no quiere decir que deba conformarse con cualquiera que pretenda quererla y que en el proceso pretenda cambiarla. Porque vales la pena, es importante encontrar a alguien que por muy difícil que sea quedarse a tu lado, lo intente y sobre todo, lo logre. Sin cambiarte, sin rendirse, sin dejar de lado que ante todo lo superficial, también somos personas que sentimos y amamos, y cuando amamos, lo hacemos con el corazón y ciento por ciento. Por eso y más, valgo la pena, sé que si.


      Daarlyn Perroni 🍃

13 mayo, 2016

Mi última carta

Muchos querrán leer mi última carta.
Algunos por la simple curiosidad, otros para tener material para hablar sobre mi y lo sucedido, y unos pocos la leerán porque en realidad les importa.
¿Que quiénes van a entenderla? Me atrevería a decir que los contaría con una de mis manos y me sobrarían dedos. Casi todos van a juzgar mis acciones como persona, es tan fácil cuando juzgamos a otros y tan difícil intentar entender por qué las personas actúan como lo hacen, qué los lleva a ser así. Es fácil señalar y decirle a otra persona qué es lo que debe hacer, qué está bien hacer y qué no, al parecer para criticar todos estamos hechos, pero para recibir criticas no.
La sociedad descompuesta en la que vivimos, a veces me asquea. A la gente le hace falta más tolerancia, le hace falta más honestidad. Estamos viviendo una era en la que ser homosexual es un pecado capital, pero discriminar por ello es completamente normal. Las personas sueltan un motón de palabras filosas con su boca y esperan que ninguna de ellas hiera a otra persona. Esperan que sus burlas hacia a otros, sean tomadas como chistes y no como motivo de suicidio en algunos casos. Si alguien se suicida por presión social es juzgado como cobarde, pero quienes les hicieron tantas burlas a esa persona, quienes la orillaron a dejar la vida serán catalogados como "los más fuertes", porque así es la sociedad en la que ahora vivimos.

Mi última carta casi no habla sobre mi, para encontrar lo que todo esto tiene que ver conmigo hay que saber entender mensajes subliminales. Mi última carta no es más que una crítica a la sociedad en la que me ha tocado vivir, de la que soy parte. Es una crítica a esas personas intolerantes, que ni viven, ni dejan vivir, es una crítica a quiénes les ha gustado juzgar durante toda la vida como cobardes, pero no han sido valientes para vivir en carne propia lo que el otro si.
Mi última carta es un grito silencioso, en el que pido ayuda no sólo para mi y para todas las personas que han tenido una vida difícil y que saben lo difícil que es tener que luchar solo contra una multitud por tus ideales, sino también es un grito en el que pido ayuda por esta caótica y estereotipada sociedad, para que pueda ser sensibilizada; un poco menos juez, un poco más humana.

Daarlyn Perroni 🍃

07 mayo, 2016

Dijiste que no ibas a romperme

         Dijiste que nunca ibas a romperme, pero poco a poco dejaste de tomar mi mano al caminar.
         Dijiste que nunca ibas a romperme, pero dejaste de regalarme esa dulce mirada que hacía sentirme especial en tu mundo. Dejaste de darme cálidos abrazos en aquellos días fríos cuando te necesité, dejaste de caminar a mi lado, apresuraste tu paso y te olvidaste que detrás venía yo, siguiéndote. Me hiciste a un lado y dijiste que nunca ibas a romperme.
        Dijiste que nunca ibas a romperme y lo irónico es que te ayudé a hacerlo al creerte, al poner mi ilusión en tus torpes manos y la dejaste caer. Te entregué mis mejores días, mis más sentidas sonrisas, la mejor versión de mi... Dijiste que no ibas a romperme y me quebraste completamente.
         Aunque cobardemente me mirabas día tras día a las ojos y te atrevías a mentir al decirme que nunca harías nada para dañarme, aunque cobardemente te lucías con todos diciendo que no hacías otra cosa que amarme; valientemente te atreviste a decirme que no ibas a romperme y hoy, hoy estoy hecha pedazos.
        Dijiste que no ibas a romperme y aquí me tienes, amándote con cada pequeña parte que quedó de la feliz mujer que alguna vez amaste.
Daarlyn Perroni 🍃

30 abril, 2016

Aquí estoy, atada a ti.

        Aquí estoy, atada a ti. Dejándome morir cada día más, por verte vivir a ti. ¿Te preguntas si me estoy quejando de ello? Para nada, no sé qué nivel de masoquismo extremo es este, pero no logro olvidarte por un momento, aún y con las lágrimas que me hiciste derramar, con los días amargos que a tu lado llegué a pasar… No me preguntes cómo, pero aquí estoy, atada a ti. El ser humano de por sí es un ser masoquista, le gusta lo prohibido, le gusta lo que le lastima. Y yo, más que como ser humano, como mujer, lastimosamente perdí mi orgullo y mi dignidad muchas veces, buscándote. Es que aquí estoy, atada a ti. 

Daarlyn Perroni 🍃

24 abril, 2016

La primera y única vez que te tuve

Un solo día bastó para arriesgarme a quererte, como la lluvia a los tiempos de sequía, como el sol al amanecer, como tú a mí. Un solo día fue suficiente para encontrarme perdida en tu mirada, para meterte en mi mente a vivir y no permitirte nunca salir. Tan solo un día bastó para mirarte, para hablarte, conocerte, besarte y me ha llevado 365 días más para olvidarte, sin éxito.
Tus ojos marrones, tan marrones como el café y tan causantes de mis insomnios como el mismo. Tu mirada, tan enmarcada en esas cejas pobladas y en aquellas pestañas tan llamativas, tu mirada sobre mí, sugiriéndome ternura, proponiéndome aventuras. Tu sonrisa, tu sonrisa tan suave, tan simple y caben en ella un millón de palabras que no dices con la boca. ¿Cómo olvidar todos estos detalles? Aún y cuando sólo los tuve por una única vez, por unas únicas horas, son momentos y detalles que perduran para siempre, que se graban en mi mente, que morirán conmigo. 
La primera y única vez que te tuve, no me arrepiento de haberte tenido al menos por ese instante, aunque ese instante fuera corto, fue preciso y fue suficiente para durar para siempre. Aquella primera y única vez que te vi, aunque no fuiste mío, te tuve y aunque en realidad nunca te tuve, te perdí. Aquella primera y única vez que te tuve, es la primera y única vez que disfruté tanto de la compañía de alguien.Tú, yo, nosotros y nuestra primera y única vez.



Daarlyn Perroni 🍃

11 abril, 2016

Mi primer y más creíble "para siempre"

Hay siempres que prometemos, sin tener la certeza de que se cumplan. Hay siempres, que aunque no se cumplieron, siempre quedarán como un buen recuerdo. Hay recuerdos que aunque no prometemos hacerlos eternos, duran para siempre.
Existen momentos, etapas, rutinas, palabras, promesas, personas que creímos que serían para siempre y hoy, ya no existen. Prometemos y nos prometen una cantidad inimaginable de siempres, que nunca o casi nunca cumpliremos, ni nos cumplirán. Pasamos toda una vida escuchando de otras personas, que siempre estarán para ti, pero te dejan; de momentos que piensas que siempre durarán, pero terminan y creces creyendo cada vez menos en un para siempre.
Nunca llegas a comprender del todo, como es que aquellos mágicos momentos e irreemplazables personas se desvanecen de tu vida a medida que creces, es doloroso creer en un para siempre, que siempre termina. Es doloroso, sí, y es parte de crecer, evolucionar y cambiar. Pasa que no todos los momentos, ni todas las personas están dispuestos o preparados para crecer y cambiar junto a ti, no todos están listos para vivir un para siempre a tu lado.
Sin embargo, no todo es tan efímero, cuando crees que cada siempre fue una utopía incapaz de mantenerse en el tiempo y el espacio, cuando menos crees en un para siempre, cuando justamente dejas de prometer siempres, es entonces cuando aparece…
Es alguien que da sentido a tu vida, que te reinventa las sonrisas y los momentos más increíbles que jamás hayas tenido. Es un para siempre, que directamente no te promete nada, no te promete estar hasta el fin de tus días, no te promete repetir cada recuerdo, pero esa es la magia del verdadero para siempre, que no es para siempre. No es monótono, no te promete los mismos momentos, porque cada día te ofrece uno mejor que el anterior. 
Mi primer y más creíble para siempre, resulta que no puedo asegurar que este siempre, sea para siempre en el tiempo y el espacio del transcurso de mi vida, pero puedo afirmar con toda la certeza que habita dentro de mi alma, que aunque los momentos ya no se vivan y la persona no transcienda conmigo, siempre quedarán en mi los mejores recuerdos, capaces de satisfacer esa ausencia de ese siempre, capaces de hacerme agradecer haber tenido por el tiempo que fuera, la maravillosa oportunidad de descubrir la vida y sus misterios, de la forma más alocada, de la forma más indescriptible y con la persona más verdadera que una vez se cruzó en mis para siempres.
A ti, gracias por hacerme creer en que los siempres aunque no siempre se cumplen, siempre tienen una excepción, que termina llegando a tu vida, de la forma más invisible a tus ojos, de la forma menos esperada y rompe con ese miedo que los siempres irreales han creado, con cada decepción real.
Una sola persona, es capaz de hacerte creer para siempre en que al menos un siempre, existe siempre en tu vida.


Tú, mi primer y más creíble para siempre. 


Daarlyn Perroni 🍃

19 febrero, 2016

El "a veces" más sentido.

A veces, me gusta pensar que en algún momento voy a abrir los ojos y a darme cuenta que todo fue un sueño, que voy a despertar sobresaltada de mi cama y a respirar bien al darme cuenta que sólo estaba soñanado. Voy a salir del cuarto y ahí va a estar él; seguramente durmiendo o viendo el fútbol. Que voy a tomar el teléfono y lo voy a llamar a él, a mi amor, y va a contestar; seguramente para decirme que he dormido demasiado, que me ama, que me extraña. Que voy a tomar un taxi y al otro lado me estará esperando ella, con una rica comida, de esas que sabía hacer como nadie, lista y dispuesta a consentir mis caprichos más absurdos. A veces, me gusta pensar que sí, que voy a despertar de este largo sueño y que ahí van a estar quienes pensé se habían ido para siempre.





Daarlyn Perroni 🍃

02 enero, 2016

Si yo muriera mañana.

Se han preguntado alguna vez, qué pasaría si murieran mañana?
Si yo muriera mañana, no podría terminar la carrera en la que me costó tanto entrar y que siempre quise.
Si yo muriera mañana, no podría terminar de aprender los idiomas que siempre quise.
Si yo muriera mañana, no podría ver crecer a los niños que tanto quise (hermanos, primos, amigos, sobrinos)
Si yo muriera mañana, no podría saber cuántos hijos pude tener, no podrían existir, no podría conocerlos.
Si yo muriera mañana, no podría seguir haciendo cosas que me gustan; compartir con mis familiares y amigos.
Bien, si yo muriera mañana hay muchas cosas que no podría terminar. Pero si yo muriera mañana, me preguntaría qué hice entonces mientras viví?
Si yo muriera mañana, estaría feliz de haber hecho esas locuras y travesuras que todos temen.
Si yo muriera mañana, estaría feliz porque me propuse entrar a estudiar lo que siempre quise y lo logré.
Si yo muriera mañana, estaría feliz porque pude compartir siempre los mejores momentos con mis amigos y familiares,  porque siempre les di todo lo mejor de mi.
Si yo muriera mañana, estaría feliz porque siempre expresé mis ideas y mis emociones sin cohibiciones.
Si yo muriera mañana, estaría feliz porque casi siempre hice lo que quise y nunca doblegué mis ideales ante nadie.
¿Qué pasaría si TÚ murieras mañana? Habrían muchas cosas que tal vez no hiciste, pero has pensado en todo lo que sí hiciste? Si murieras mañana al menos deberías morir con la satisfacción de que alguna vez hiciste lo que TÚ quisiste. Comienza a vivir y a cumplir tu lista de cosas por hacer antes de morir, para que cuando llegue la hora de morir, sepas por qué has vivido.



Daarlyn Perroni 🍃